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Campo DC Valor Lengua/Idioma
dc.rights.licenseReconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional. (CC BY-NC)es
dc.contributor.authorGirolami, Monicaes
dc.contributor.authorDe la Paz, Ceciliaes
dc.contributor.authorAixala, Evelynes
dc.date.accessioned2022-04-01T16:48:37Z-
dc.date.available2022-04-01T16:48:37Z-
dc.date.issued2022-03-15-
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.12381/570-
dc.description.abstractLa investigación partió de la pregunta ¿por qué los niños rurales en Uruguay prefieren leer libros en papel, incluso cuando pueden acceder a una biblioteca con más de 4000 recursos digitales y tienen acceso a pocos libros físicos?, a lo que agregamos ¿es posible modificar esta preferencia transformando las prácticas docentes dado que sería una ventaja costo-beneficio si es que el formato no influye en el desarrollo del hábito lector de los niños?. Las entrevistas a las docentes pusieron de manifiesto que hay un desconocimiento de los recursos tecnológicos que disponen y aunque consideran que la tecnología motiva a sus estudiantes, la mayoría no hacen uso de la misma. Sigue existiendo una preferencia de los niños por el formato papel en la lectura por placer. En la pandemia 56.7% leyeron, 43.3% no leyeron, siendo los que ya tienen hábito lector los que leen más en pantalla. La experiencia de lectura en formato digital es diferente a la experiencia en papel, abordarla como si no lo fueran puede beneficiar a quien ya tiene desarrolladas habilidades lectoras y perjudicar a quien no las tiene, tiene rezago o carece de un vínculo positivo con la lectura. Los docentes tienen un rol fundamental en la autopercepción y desarrollo de los estudiantes como lectores, muy especialmente en contextos vulnerables, siendo la maestra/o el que más les suele leer, seguido por su madre, ya que el 31% de los padres nunca les lee. El ensamblaje social de niños y maestros, tiene incidencia en la preferencia y frecuencia de uso tanto de libros en papel como en soporte tecnológico. La situación en ese sentido es muy precaria, ya que el 67% de los niños dice que en sus hogares no hay biblioteca y 2 de cada 10 no tiene ningún libro en casa. La comparación con países con resultados positivos de equidad en el desarrollo de la lectura independientemente del contexto de los alumnos, nos permitió ver qué elementos debe tener un ecosistema de aprendizaje: políticas educativas asertivas que regulen las prácticas, objetivos y expectativas de logro claras y compartidas, formación docente universitaria y continua que se reflejen en beneficios para su carrera y presencia de libros físicos en comunidades, hogares y escuelas.es
dc.description.sponsorshipANII- Fundación Ceibal - Fondo Sectorial de Educaciónes
dc.language.isospaes
dc.publisherOEIes
dc.rightsAcceso abiertoes
dc.sourceRevista Iberoamericana de Educaciónes
dc.subjectTecnologíaes
dc.subjectLectura-
dc.titleTenología y Lecturaes
dc.typeArtículoes
dc.subject.aniiCiencias Sociales-
dc.subject.aniiCiencias de la Educación-
dc.type.versionEnviadoes
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Articulo Tecnologìa y Lectura.docx.pdfDescargar El artículo resume la investigación llevada adelante por E.ducate Uruguay en escuelas rurales, respondiendo a las siguientes preguntas: ¿por qué los niños rurales en Uruguay prefieren leer libros en papel, incluso cuando pueden acceder a una biblioteca con más de 4000 recursos digitales y tienen acceso a pocos libros físicos?, a lo que agregamos ¿es posible modificar esta preferencia transformando las prácticas docentes dado que sería una ventaja costo-beneficio si es que el formato no influye en el desarrollo del hábito lector de los niños?.741.95 kBAdobe PDF

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